Algo lindo después del bajón

Aunque no escribas libros, sé el escritor de tu vida.

Aunque no seas Miguel Ángel, podés hacer de tu vida una obra maestra.

Aunque nunca hayas hecho un verso o un soneto, podés hacer de tu vida un poema.

Aunque no tengas una gran cultura, podés cultivar la sabiduría de la caridad.

Aunque tu trabajo sea humilde, podés convertir tu día a día en una oración.

Aunque las arrugas marquen tu rostro, vales más por tu belleza interior.

Aunque tus pies sangren por los tropiezos del camino, tu rostro puede sonreír.

Aunque las lágrimas amargas corran por tu rostro, ten un corazón para amar.

Aunque no seas un Santo, ni un Ángel, en el cielo hay un lugar reservado para tí.

Y no olvides que

Todo ... Todo ... Depende de tí